La puta nueva normalidad.
Ahora que nuestras peores pesadillas
se han hecho realidad,
ahora que vivimos
en un Gran Hermano perpetuo,
ahora que todos desconfiamos de todos
y la mera presencia es un enemigo a batir,
ahora que no asumimos nuestras culpas
y obedecemos puras idioteces,
ahora que los árboles tiemblan y los justos padecen,
ahora que sonreímos beatíficamente
mientas nos mienten y envenenan,
ahora que sacrificamos a nuestros vástagos
por un quizá de seguridad,
ahora que se avecina la catástrofe
y el ser humano ha dejado de serlo,
ahora, por fin,
he pagado la hipoteca.
Feliz misantropía.