Turistas

Los psicópatas nacen, crecen, se reproducen y finalmente mueren. Y al parecer también tienen derecho a enamorarse. Mientras, van de vacaciones, hacen turismo, hablan con los animales, se abrazan a las piedras, compran lápices gigantes y matan gente. Lo normal en la vida de los psicópatas. Al fin y al cabo ellos también son seres humanos y necesitan divertirse. Y si es al ritmo de “The Power of Love” de Frankie goes to Hollywood pues mucho mejor, porque una buena balada enternece hasta al más frío de los corazones.

Pero no todo es alegría en la vida de los psicópatas, también tienen sus días malos, sus rencillas, sus dudas, sus traiciones… aunque, como no podía ser de otra manera, al final el amor siempre se impone (a la retorcida manera de los psicópatas). Entonces la película se acaba y no puedes evitar sonreír a pesar de las barbaridades que has visto y sentirte por unos breves segundos tú también un poco psicópata.

Y todo esto sabiamente mezclado es “Turistas”, una comedia de culto negra negrísima (cómo no, inglesa) del siempre interesante director Ben Wheatley sobre dos seres introvertidos, raros, aparentemente anodinos que se recorren la campiña inglesa en su caravana y que soportan muy mal la falta de educación de sus impertinentes conciudadanos.

Reconozco que no es una película para todo el mundo, pero si tienes (como yo) un retorcido sentido del humor, no solo te hará pasar un buen rato sino que además te permitirá conocer la vida íntima de esos incomprendidos individuos tan poco valorados por la sociedad. Eso sí, poco apta para otros psicópatas, no vaya a darles ideas.

  

Publicado originalmente en www.celuloideparanoide.com