La Edad de las Sombras

Quien sabe de donde surgen las ideas, hasta que punto son nuestras o las rescatamos inconscientes de un mundo idílico más allá de la caverna de Platón. Quizá halla un punto intermedio donde se mezclan los recuerdos, lo leído, lo sentido y todo aquello que está más allá de nuestra limitada percepción, siendo este maremágnum grandioso el germen de todo pensamiento original y toda palabra escrita. Y quizá por eso me resulta imposible recordar en que estaba pensando cuando escribí este poema a comienzos del 2017, que en cierto modo presagiaba estos tiempos complejos que nos ha tocado vivir.

A la espera de una Edad menos turbia donde la luz comience a imponerse a las sombras, les deseo como cada año una Feliz Misantropía.

   

           

La Edad de las Sombras.

       

 Vienen tiempos difíciles

      de falacias incongruentes

  y esperas otoñales.

    Tiempos de dispersión

    y alineamiento de penas,

tiempo de llagas y de desgracias,

     de susurros a pie de oído

y de solo sentirse solos.

       

 Llegan eras del sopor

     y padecimientos sin causa,

  sonrisas agrias, lágrimas de congoja,

         silencios que retumbarán

como un gong extraído a la luna llena.

        

     Serán tiempos innobles

  donde relucirán las aves más turbias

 y miles se ahogarán en su sombra,

tiempos de sacrificios sacramentales

    y excesos de turbiedad,

tiempos del advenimiento de un héroe

 extraído de lo más profundo de aquellos

  que logren mantenerse en pie.