Voces

Vivimos tiempos nebulosos donde la verdad parece esconderse bajo infinitos repliegues de apariencia. Apenas hay voces confiables y los canales de información se estructuran bajo los rígidos bloques de ideología y fanatismo.

Tanto si te alineas con un lado o el contrario del espectro ideológico deberás creer de manera absoluta aquello que te imponen sino quieres ser apartado cruelmente del rebaño y condenado al linchamiento y la soledad más absoluta.

Y este modo de proceder, que ha sido convenientemente explicado aquí, siempre lleva a la estupidez y la barbarie.

    

Cuando se celebra la muerte de un ser humano cuyo único pecado era interpretar la vida y sus delicados resortes de una manera un tanto diferente a la tuya (pero siempre dentro de los límites de la sensatez y la cordura), es señal de que la sociedad ha empezado a pudrirse y descomponerse en rígidos bloques de pensamiento carentes de humanidad y empatía.

Todos nos enfrentamos a todos por las cuestiones más enrevesadas sin pararse ni un segundo a reflexionar. Así, mientras unos niegan genocidios evidentes como el de Palestina, otros los condenan burdamente mediante actos de violencia y barbarie. Es el disparate convertido en norma y el fanatismo ciego devenido en ley.

Defender ideas amparadas por el sentido común se ha convertido en profesión de riesgo y promover la exclusión, el linchamiento y la muerte en norma a seguir.

La esencia de lo que hasta ahora había sido la democracia (un espacio de libre entendimiento donde las opiniones contrarias eran escuchadas y respetadas) se está disolviendo peligrosamente y solo queda confiar en que antes de que estalle todo entremos en razón y no nos destrocemos unos a otros.

            

Afortunadamente en los momentos más oscuros de la historia siempre surgen voces que inspiran y acompañan, voces como la del Dr. Segarra que desde la ciencia y la erudición se adentra en los sinuosos recovecos de la espiritualidad creando caminos de esperanza y unidad; o desde otro punto de vista, voces como la de Daniel Estulin y el Coronel Baños que analizan la compleja geopolítica actual mostrándonos sus aristas más ocultas para que podamos entrever los hilos que mueven este teatro de miserias y marionetas cada vez más opresivo, ridículo y ostentoso.

Son el modelo a seguir y fuente inspiradora que no piden adhesiones inquebrantables sino simplemente que te atrevas a pensar por ti mismo (libre de todo prejuicio ideológico, político y religioso) y comprendas que ese es el único camino hacia el entendimiento y la libertad.